Durante agosto los precios bajaron un poquito, cosa que agradecieron nuestros bolsillos. Y lo hicieron gracias a los alimentos y a los carburantes, según informan hoy desde el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este organismo señala que el Índice de Precios de Consumo (IPC) situó en agosto su tasa anual en el 2,9%, lo que representa 2 décimas menos que en el mes anterior.
La tasa anual del IPC retrocede en agosto por cuarto mes consecutivo tras alcanzar el pasado mes de abril un 3,8%, su valor más elevado desde hace 3 años. Por primera vez desde noviembre de 2010, la inflación anual ha logrado bajar del 3%.
Este descenso de los precios se debe, sobre todo, a la evolución de los precios de los carburantes, de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas.