Pues ahora resulta que la culpa la tiene España. Al menos, esto es lo que ha dicho en las últimas horas el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ha mostrado su deseo de que los países con superávit de la UE ayuden a los países con problemas de endeudamiento.
Según el mandatario norteamericano, esa ayuda se traducirá en la posibilidad de generar el clima de confianza necesario en los mercados y que todavía brilla por su ausencia. Pero, todavía ha ido más allá, señalando que el verdadero y “gran problema” en la actualidad es la crisis de deuda soberana que padecen países como España o Italia.
Obama lo soltó así sin anestesia durante una reunión con medios de comunicación hispanos, en donde aprovechó para pedir a los dirigentes europeos que busquen una política económica común y la puesta en marcha de un conjunto más efectivo de políticas fiscales que permitan afrontar los problemas de deuda soberana.