Así lo ha asegurado en su último cara a cara con quien podría ser su sucesor. Mariano Rajoy ha asegurado que Zapatero le deja una herencia envenenada y el presidente ha defendido el “combate durísimo que ha librado este gobierno contra la peor crisis de los últimos 80 años” que ha tenido como principal consecuencia un paro inaudito en nuestro país del que Zapatero aseguró no sentirse personalmente responsable.
El inquilino de La Moncloa ha espetado a Rajoy que “inmensa mayoría de los ciudadanos” quieren líderes que ofrezcan soluciones y no sólo ataquen y el todavía líder de la oposición ha recalcado, ya en un tono electoral, que “este es un gran país, que va a superar esta situación con un Gobierno que aprenda las lecciones que han dejado los graves errores de su gestión”, empezando por “hacer un buen diagnóstico y no engañar a los ciudadanos”.