Lejos queda ya aquel encendido pleno de las Cortes Republicanas en el que, finalmente, salió adelante el derecho de la mujer a poder votar en España.
Corría un 1 de octubre de 1931 y el debate más intenso lo protagonizaron Clara Campoamor, defensora aferrima del voto femenino, y Victoria Kent , que defendía aplazar ese derecho por el bien de la República. Ésta última no estaba en contra cien por cien del voto femenino, pero sí en ese momento concreto de la historia.
Al final, los argumentos de Campoamor triunfaron y el artículo 36 de la Constitución, que reconocía el derecho del sufragio femenino, salió adelante. Se aprobó con 161 votos a favor y 121 en contra.
No fue hasta 1933 cuando las mujeres se estrenaron en las urnas.
Todavía hay países en el mundo en donde una mujer no puede votar y, en otros, como en Arabia Saudí podrán hacerlo por primera vez en sus próximos comicios.