Los aliados que han estado bombardeando Libia se cansaron de decir cuando se inició la rebelión contra el régimen de Gadafi que el dictador no era el objetivo, sino permitir que el pueblo libio decidiese su futuro. Eso ha cambiado. El ministro de Defensa francés, ha asegurado al inicio de la reunión de responsables de defensa de la Alianza que la desaparición del coronel “es importante pero no suficiente”. Gérard Longuet no ha disimulado y ha dejado claro que le”gustaría atraparlo”, una condición que ahora cree indispensable para poner fin a las operaciones en Libia.
Longuet, que comparte plenamente la postura británica, ha explicado que para acabar con su misión en aquel país es imprescindible que no haya focos de resistencia “y que nos lo pida el Consejo Nacional de Transición”. Esto último puede que no tarde demasiado puesto que los rebeldes ya han anticipado que una vez que tomen Sirte, localidad natal de Gadafi, considerarán que Libia ha sido liberada. Ello no parece haber hecho mucha gracia a Longuet quien ha recalcado que es importante tomar Sirte, “pero, lamentablemente, la CNT no tiene toda Libia. Hay una resistencia gadafista en Bani Walid por ejemplo y quizá movimientos de resistencia dispersos en el sur”, ha señalado.