Pues sí, la atleta, que estaba embarazada de 39 semanas, corrió el maratón de Chicago celebrado el pasado domingo y tras recorrerlo enterito se puso de parto.
Se trata de la atleta Amber Miller que, al parecer, es una experta en eso de correr y sudar la gotas gorda embarazada.
En esta ocasión, se hizo nada más y nada menos que casi 43 kilómetros. Tras recorrerlos se fue a comer como si nada con su marido y, su bebé, una niña, dijo que ya quería salir y se puso de parto.
Tanto la madre como la pequeña se encuentran bien. No quita que la pequeña se dedique en un futuro al deporte ¿no creéis?