Personal de la Red de Espacio Profundo de la NASA ha enviado comandos a la Voyager 2, que navega en el confín del sistema solar, para activar el propulsor de reserva que controla la dirección de la nave espacial. El comando fue enviado el 4 de noviembre y un día más tarde se recibió el ‘ok’ desde la Voyager.
El cambio permitirá a la nave, que lleva 34 años viajando por el espacio, reducir la cantidad de energía que requiere para operar y utilizar los propulsores no usados anteriormente, lo que posibilitará que siga funcionando una década más incluso aunque su potencia disminuya.
Lanzados en 1977, Voyager 1 y Voyager 2 están equipadas con seis pares de propulsores para controlar su movimiento: tres pares de propulsores primarios y tres de reserva. La Voyager 2 ya utiliza actualmente los dos pares de propulsores de reserva que controlan el tono y balance de la nave.
La Voyager 2 transmitirá los resultados de la maniobra el 13 de noviembre. La señal llegará a la Tierra el 14, puesto que la nave está a unos 14.000 millones de kilómetros del Globo en la “heliopausa“, la capa más externa de la heliosfera, donde el viento solar se ralentiza por la presión del gas interestelar.