Esa es la conclusión a la que ha llegado el último informe ‘Situación en España’, elaborado por el Servicio de Estudios de BBVA. Los datos, según el mismo, apuntan a que, si no cambian las cosas, en 2012 podríamos entrar en recesión. Esos datos reflejan un “debilitamiento del crecimiento” desde el mes de octubre, aunque el informe sostiene que la economía española crecerá un 0,8% en 2011 y un 1% en 2012, cifras, eso sí, inferiores al 1,3% y el 2,3%, respectivamente, que pronostica el Gobierno.
El lastre para ese crecimiento es la “debilidad de la demanda interna” sigue penalizando la economía, aunque el estudio señala riesgos adicionales como son la prima de riesgo, en la que cada 100 puntos básicos de incremento suponen un punto porcentual menos en el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), la debilidad del mercado inmobiliario y la recapitalización de la banca, antes de mediados de 2012, que detraerá hasta tres décimas del PIB y “podría llevar a un entorno de menor oferta de crédito”. Esto sería debido a la necesidad de preservar capital por parte de las entidades financieras.