Ni los escándalos con mujeres ni las presuntas corrupciones que le llevaban tiempo salpicando, lo que ha acabado definitivamente con Silvio Berlusconi han sido los mercados que apuntaban a su persona desde Bruselas. Como ya os contamos, todo se precipitó en Italia en las últimas horas. La Cámara de Diputados aprobaba ayer la Ley de Estabilidad de Presupuestos 2012 y horas después el ya ex primer ministro presentaba su dimisión al presidente de la República, Giorgio Napolitano.
Tras una noche frenética en Italia, con manifestaciones de mucho júbilo entre sus detractores y de pena para sus seguidores, en estos momentos Napolitano mantiene reuniones contrareloj con los líderes políticos del país para tratar de configurar un nuevo Gobierno, después de la renuncia de Berlusconi.
Todo apunta a que será el excomisario europeo Mario Monti el sustituto de Berlusconi, por ser uno de los candidatos favoritos y contar con el apoyo expreso del propio Napolitano. Encima de la mesa está la posibilidad de conformar un gobierno de tecnócratas con Monti a la cabeza o, por el contrario, convocar elecciones.
Sea como sea, Italia, que sufre como nunca su crisis económica, pretende seguir adelante y dejar de ser una especie de oveja negra para la Unión Europea. Lejos queda su posición de séptima economía en el mundo, pero los que entienden de esto creen fundamental la marcha de Berlusconi para remontar al país.