A los egipcicos que siguen acampados en la plaza de Tahrir no les vale esa tímida petición de perdón por parte de los militares, después de matar en una sangrienta represión, al menos, a 35 personas y dejar heridos a cientos de personas.
Y es que lo que empezó un 25 de enero en forma de una revolución que obligó la caída del dictador Hosni Mubarak no quieren que quede en saco roto y que los militares vuelvan a implantar el miedo y la opresión en todos los rincones de Egipto.
Después de 6 días de duros enfrentamientos entre el ejército egipcio y los manifestantes y, que entre otras cosas hizo que el Gobierno dimitiera enbloque, la revolución en la mítica plaza sigue adelante y allí siguen concentrados miles de egipcios. Ha sido a través de Facebook por donde el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcias expresó su pésame por las víctimas registradas y avanzó que se liberaría a unos 300 manifestantes que fueron detenidos durante esos disturbios.
Quieren que los militares depongan la actitud de estos días y que exista una verdadera transición hacia un Gobierno conformado por civiles.