En España una cosa es llamarse Miguel Francisco Montes Neiro y pasarse 34 años en la cárcel, más que el etarra De Juana Chao, y sin haber cometido delitos de sangre y otra llamarse Alfredo Sáenz y ser banquero, exactamente ex presidente de Banesto.
El señor Sáenz, condenado en firme por un delito de acusación falsa cometido en 1994 contra unos acreedores de Banesto cuando era presidente de la entidad, ha sido indultado este viernes por el Consejo de Ministros, el mismo Consejo de Ministros que ni ha considerado el indulto de Francisco Montes que lleva entre rejas desde 1976.