Se esperaba una autocrítica en la reunión de hoy del comité federal de los socialistas y ésta llegó en boca del propio presidente en funciones del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Admitió errores de gestión y de comunicación, sobre todo, a la hora de explicar algunas de las medidas más duras adoptadas durante su mandato, pero no olvidó que esa derrota se debió por encima de todo a la crisis económica.
Los malos resultados en las elecciones del pasado domingo se deben, dijo Zapatero, a la crisis en la que seguimos inmersos y que provocó la pérdida de muchos puestos de trabajo. Sin embargo, el líder socialista afirmó que “hicimos lo necesario” porque, subrayó “no había alternativa” y eran “inevitables”.
Por su parte, el candidato del PSOE y perdedor de las elecciones del 20N, Alfredo Pérez Rubalcaba, asumió la debacle socialista “en primera persona”, aunque recordó que 7 millones de personas les votaron y que esto tiene que traducirse en “7 millones de compromisos”.
Tras elogiar todos los avances sociales que el PSOE logró durante la primera legislatura, reconoció que durante la segunda la crisis económica y el desempleo comenzó a ocuparlo todo.
Pero Rubalcaba quiso aprovechar su turno de palabra para centrarse en el 38 Congreso Federal que celebrará el PSOE durante los primeros días de febrero y pidió que fuera democrático y con “unidad”, tal y como se desarrolló el que en su día eligió a Zapatero.
Pese a que no desveló si, finalmente, presentará candidatura para ser secretario general del PSOE, Rubalcaba aseguró que “cuanto más abierto, más debate y más participación” haya, mejor será para el partido. Todo apunta a que hoy no saldrá ningún nombre de aspirante a esa secretaria general y que todavía habrá que esperar para conocerlos.