La prueba de alcohol a la que se sometió esta conductora, de 31 años y nacionalidad española, no dejaba lugar a dudas, cuadriplicaba la tasa permitida.
Los hechos, según informaron hoy desde el Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaria de Vigo, se produjeron en la madrugada del sábado cuando la pillaron saltándose unos cuantos semáforos en rojo por la calle Areal.
Tras perseguirla, consiguieron que dejara el coche cuando se aproximaba a la zona peatonal de Montero Ríos y la acabaron deteniendo.
Lo mismo ocurrió con otro conductor, de 19 años, que tras pasarse por alto otro semáforo por la Avenida de Galicia, protagonizó otra persecución de la que logró salir a pie, tras abandonar el vehículo. Pasados unos días se presentó voluntariamente en la comisaría viguesa diciendo que se había asustado al no tener seguro obligatoria.