Si las elecciones fuesen ahora, el presidente Obama no saldría reelegido. Ese es el resultado de una encuesta realizada por la CBS, de acuerdo con el cual el 54% de los norteamericanos aseguran que Obama no ha hecho su trabajo lo suficientemente bien como para optar a un segundo mandato. Por contra, un 41% sí valora positivamente su gestión y estaría dispuesto a votarle una segunda vez.
Ninguno de sus cuatro predecesores, George W. Bush, Bill Clinton, George H. Bush y Ronald Reagan tuvo una valoración tan baja al final de su primera legislatura. Obama suspende en sus decisiones económicas, el 60% de los estadounidense no las aprueba frente al 33% que cree que han sido acertadas; aún es peor su nota en lo que se refiere al avance de la economía de los Estados Unidos: sólo el 28% asegura que el presidente ha hecho lo correcto.
Tampoco es del agrado de los votantes ni su política de empleo, que sólo agrada el 35%, y no mejora la perspectiva que aquellos tienen sobre la evolución de su situación personal durante los próximos meses: el 21% dice que mejorará, el 39% que no y el 40% que sigue igual. Las noticias no son mejores para el presidente cuando se ha preguntado a los norteamericanos si creen que Obama ha conseguido mejorar la economía del país: sólo un 37% contestó que sí.
Curiosamente, no es él el culpable de esta situación, según refleja el sondeo, los ciudadanos señalan, mayoritariamente a su predecesor, George W. Bush de haberles metido en una recesión, casi el 60% es de esta opinión.
Donde sí es mayoritariamente respaldado el presidente es en sus acciones de lucha contra el terrorismo, el 57% de sus conciudadanos las comparte, lo mismo que su política exterior, donde supera el aprobado.