Buena acogida al anuncio a bombo y platillo del presidente de Siria, Bashar Al Assad, que aplicará una amnistía general a todos los implicados en el levantamiento popular llevado a cabo desde el pasado 15 de marzo. Pero, desde la ONU, aprovechan para exigirle que, ya puestos, deje también de matar al pueblo sirio.
Se trata del segundo indulto proclamado por Bashar Al Assad desde que comenzaron las revueltas en Siria. En este nuevo decreto promete el indulto a los responsables de los delitos cometidos durante el levantamiento y, además, ofrece a los fugitivos un plazo hasta finales de este mes de enero para que se entreguen a las autoridades.
En cuanto se ha conocido este indulto por parte del presidente sirio, desde la ONU no tardaron en lanzar otro mensaje. Lo hizo el propio secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, que le pidió públicamente que detenga la violencia extrema que sigue matando a su pueblo porque “el camino de la represión no tiene salida”.