Seguramente, ha sido el mejor boxeador de todos los tiempos. Muchas personas lo creen así, él mismo entre ellas, “debo de ser un genio, tengo 22 años, soy campeón y nadie me ha marcado la cara”, aseguraba la primera vez que se hizo con el cinturón ante Liston, en 1964. Antes de ello, fue campeón olímpico de los semipesados, en los Juegos de Roma de 1960…y después…después de aquello vino una vida de película.
Nacido Cassius Clay, cambió su nombre tras unirse a la Nación del Islam, en 1964 y convertirse a continuación al sunismo , en 1975. En 1967, rechazó incorporarse al ejército estadounidense apelando a sus creencias religiosas y a su oposición a la Guerra de Vietnam. Fue arrestado y declarado culpable de evasión del servicio militar, despojado de su título de boxeo y suspendida su licencia de boxeador. No fue encarcelado, pero no volvió a pelear en casi cuatro años mientras su apelación llegaba al Tribunal Supremo, donde fue finalmente admitida.
Apodado ‘The Greatest’ («El más grande»), participó en varios combates famosos, como los tres que mantuvo con Joe Frazier o uno contra George Foreman, a quien noqueó para conseguir por segunda vez el campeonato del mundo de los pesos pesados. Fue derrotado en cinco ocasiones (cuatro por puntos y una por KO técnico ), consiguiendo 56 victorias (37 por KO y 19 por puntos).
Pero si ha pasado a la historia no ha sido ni por ser el primer boxeador en hacerse con el título de los pesados en tres ocasiones, por boxear “float like a butterfly, sting like a bee” («flotando como una mariposa y pica como una abeja»), o por sus provocaciones antes de los combates, sino por su decidida defensa de los derechos civiles en los Estados Unidos, tanto de los afroamericanos, como de los musulmanes, su absoluta oposición a la violencia y a cualquier forma de racismo, contra la que siempre se ha manifestado, incluso después de que se le diagnosticara parkinson, en 1981, poco después de su retirada definitiva, y que, le ha privado del habla.
