El Balonmano Porriño cerraba la primera vuelta en la División de Honor femenina con una visita a Alcobendas, un equipo que pelea en la parte alta de la tabla clasificatoria, con la tranquilidad que otorga la décimo primera plaza y el objetivo de los ocho puntos en este primer tramo liguero conseguidos. Por eso, la intención en este segundo desplazamiento en una intensa semana con tres partidos en apenas siete días, con dos viajes incluidos, era plantar cara mientras las fuerzas respondiesen pero sin locuras.
El próximo sábado se iniciará ya la segunda vuelta y el conjunto de Abel Estévez lo hará visitando la cancha del Ro’Casa Canarias, un rival directo en la lucha por la permanencia en la máxima categoría. Y, como ya ocurrió el pasado miércoles ante el Mar Sagunto, las porriñesas porfiaron pero tuvieron que rendirse finalmente a la evidente diferencia entre ambos conjuntos que refleja la tabla clasificatoria.
Pese a todo, el BM Porriño empezó el choque bien, con una buena continuidad en ataque y logrando posiciones claras para lanzar. Ése fue el motivo de que mediada la primera parte el marcador estuviese igualado (7-7, min.15). Pero toda esa lucidez se esfumó de golpe. A las visitantes se les apagaron las luces en ataque y con un gol en diez minutos permitieron que el Alcobendas encarrilase el partido (12-8, min.25). Además, la acumulación de minutos empezaba a pasar factura. Sandra, con molestias en un sóleo, tuvo que retirarse del choque en el minuto quince. Abel Estévez entendió a la perfección el aviso y empezó a rotar para no sobrecargar innecesariamente a sus jugadoras más habituales.
A pesar de esta decisión, el Balonmano Porriño no bajó los brazos. Ni mucho menos. De hecho, en el minuto quince de la segunda parte, la renta madrileña permanecía inalterable (20-16, min.40) y eso que las porriñesas tampoco contaban con su jugadora más experimentada, la viguesa Isa Bastero, desde el minuto 35 por precaución.
Al final, el Alcobendas protagonizó un nuevo arreón para confirmar que no ocupa la quinta plaza por casualidad y, así, consiguió elevar su ventaja hasta los siete goles con los que finalizaría el encuentro (29-22).