Así lo reconoce en su autobiografía, ‘Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer’, el motivo de ello es el dinero. En sus páginas, cuyo resumen publica este sábado el diario El Mundo, asegura que tras 17 años de carrera se retiró del tenis para “recuperar mi libertad”.
La capitana del Equipo Femenino Español de Tenis, considerada la mejor tenista española de todos los tiempos, cuenta que su madre, María Vicario, “decidía sobre mi pelo, mi ropa y cuando me compraba algo por mi cuenta, rara vez le gustaba”. Sobre su padre, Emilio Sánchez, asegura que se encargó de administrar y gestionar su dinero, “me daba una cantidad cada mes de la que debía darle cuenta”, indica Arancha.
Después de retirarse, la tenista se llevó la sorpresa de su vida, puesto que tras haber ganado a lo largo de su carrera alrededor de 45 millones de euros nunca llegó a tener esa cantidad en su poder. Acto seguido llegaron los problemas con Hacienda, que aún no se han solucionado, por sus declaraciones de 1989 a 1993, que su padre no pagó alegando que su hija residía en Andorra.
“Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi hermano Javier, que a lo largo de su vida ha ganado mucho menos que yo“, recalca la deportista.