La Diputación de Pontevedra ha recibido el visto bueno de la Dirección General de Tráfico (DGT) a su proyecto para regular la velocidad máxima en sus viales y para instalar dispositivos de calmado de tráfico (badenes) en las 385 carreteras de titularidad provincial.
Así lo informan hoy fuentes del organismo provincial que señalan que la nueva ordenanza viaria pretende aminorar los riesgos de accidentes en las carreteras de competencia de la Diputación de Pontevedra.
Se centra, principalmente, en la limitación de la velocidad que va desde los 90 kilómetros por hora en carreteras de mayor capacidad a los 30 kilómetros por horaen tramos urbanos. Asimismo, se instalarán badenes en aquellos tramos que tengan la consideración de vía urbana o de travesía.
Para seguir avanzando en esta nueva ordenanza y para que sea una realidad, en las próximas fechas se convocará a la Comisión Provincial de Seguridad Vial.