Esta mujer neumática se llama Sheyla Hershey, tiene 32 años y el pecho postizo más grande del mundo. Esta brasileña residente en Estados Unidos conducía de vuelta a casa por la ciudad tejana de Houston, después de una fiesta, cuando perdió el control del coche y se estrelló contra un árbol, según la prensa internacional.
La modelo que no llevaba el cinturón de seguridad, y según las autoridades conducía borracha, se habría causado graves lesiones pero esos dos ‘balones’ de silicona que se ha implantado tras 10 operaciones, han podido salvarle la vida. Eso es lo que asegura la propia ‘modelo’ quien cuenta en Twitter que dio con las tetas contra el salpicadero y “fueron como un airbag, evitando que me golpeara en la cabeza”.
Eso sí, niega que condujera borracha y sólo admite que había tomado medicación para combatir la depresión y sus constantes migrañas, algo que podría haberle causado cierta confusión y que habría provocado el accidente .