Parece que tanto Mariano Rajoy como sus ministros llevan días cruzando los dedos para que la Comisión Europea se porte bien y rebaje unas décimas el objetivo de déficit público, que sabemos que se disparó 2,5 puntos de lo que se esperaba.
España arroja un déficit público de 8,51% y Bruselas sigue pidéndonos -al menos hasta ahora- más y más recortes para llegar al 4,4%. Conseguirlo durante 2012 es una labor complicada y para lograrlo España tendría que recortar el gasto en unos 44.000 millones de euros más, con todo que esto supondría en el momento actual de crisis.
Sobre esta cuestión el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, reconoció hoy que sí, que el Ejecutivo sólo aspira a que la UE rebaje unas décimas ese objetivo, aunque la mejor opción sería que Bruselas ampliara más allá de este año alcanzar ese porcentaje.
Y desde Europa, siguen manteniendo lo mismo. Que no se puede suavizar ese objetivo de déficit hasta que nos se conozcan los motivos de ese desvío disparado y hasta que no se presenten los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en los que ya trabaja el Ejecutivo central.
