Tan polémicas fueron ayer las declaraciones del ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, en las que aseguraba que existía una “violencia de género estructural que obliga a abortar”, que ha tenido que matizar y tratar de aclarar sus palabras.
Según publica El País, el ex alcalde de Madrid lo que quiso decir ayer en la sesión de control al Gobierno era que existe un “miedo” entre las mujeres embarazadas a perder su puesto de trabajo si sigue adelante con la gestación.
Exactamente lo argumenta así: “Pienso en el miedo a perder el puesto de trabajo o a no obtener un empleo como consecuencia del embarazo; pienso en la presión (que sufren) muchas inmigrantes; pienso en mujeres que en este tipo de situaciones (de embarazo no deseado) carecen de apoyos de los poderes públicos para poder libremente optar por una alternativa a la interrupción de su embarazo”.
De esta manera, Gallardón quiere dar por zanjada la locura de reacciones en redes sociales como Twitter que pronto se convirtió en trending topic con #violenciaestructural. En lo que llevamos de mañana, dicho hashtag sigue echando más que humo.
* El teléfono 016 habilitado para la violencia de género es gratuito y no deja rastro en la factura telefónica.