Si en los próximos comicios de abril y mayo, los franceses no le eligen de nuevo para volver a ser el presidente de Francia, abandonará, dejará la política, después de 35 años de entrega.
Según el propio Nicolás Sarkozy durante una entrevista a la RMC francesa, pese a que todavía no sabe a que dedicaría su tiempo libre, argumentó que “si los franceses no confían en mí, ¿debería continuar en la vida política? La respuesta es no””.
Pues, prácticamente todos los sondeos elaborados hasta el día de hoy le dan como perdedor en esas elecciones presidenciales.
Las quinielas de un lado y de otro apuntan a que el candidato socialista, François Hollande, podría suceder a Sarkozy en el Elíseo, y que, por tanto, podría convertirse en el próximo jefe del Ejecutivo francés.