Aunque se ha sabido este sábado, el miércoles, la Policía china arrestó a 310 sospechosos de traficar con menores y ha liberado a 77 niños en un total de catorce provincias. Más de 7.000 policías participaron en una macrorredada que secuestraba bebés y niños en las provincias de Yunnan, Shanxi y la región autónoma de Guangxi Zhuang a familias de otras localidades.
Las investigaciones, que han durado más de 8 meses, han desvelado que las autoridades de la provincia de Guizhou encubrieron el tráfico de bebés, según ha precisado la agencia estatal de noticias Xinhua.
Fue la desaparición de dos niños la que captó la atención del Gobierno chino que ordenó la creación de un equipo de investigación especial para llegar al fondo de la trama, afirma la información de Xinhua. “Los niños rescatados no serán nunca acogidos por familias que hayan pagado por ellos, por lo que los compradores perderán al niño y el dinero”, indica el documento.
El tráfico de personas es uno de los problemas más graves en China, donde son numerosos los casos de jóvenes secuestrados de las áreas pobres del suroeste para ser, posteriormente, vendidos a familias que viven en las áreas rurales de remotas provincias chinas. Durante el pasado año, 8.660 niños y más de 15.400 mujeres han sido liberados en un total de 3.195 tramas de tráfico humano detectados en el país.