Descartado prácticamente al cien por cien que hubiera exceso de velocidad en el trágico accidente en el que ayer perdieron la vida 28 personas en Suiza, 22 de ellos escolares. Al menos, 3 de los niños belgas que lograron salvarse, en ese choque brutal del autobús contra la pared de un túnel, permanecen en estado de coma en distintos hospitales suizos. En suceso resultaron heridos de diferentes consideración 24 niños.
Según informa el diario belga Le Soir, las primeras hipótesis de cómo se produjo el siniestro apuntan a que pudo haber un problema técnico, un error humano o que al conductor le sobreviniera un desmayo o un infarto. Habrá que esperar al resultado de la autopsia, porque el chófer también falleció en el acto. Lo que sí se deshecha es el exceso de velocidad.
Entre los niños fallecidos hay un pequeño con doble nacioalidad belga-española y el Ministerio de Exteriores sigue tratando de confirmar si, finalmente, otros dos de los escolares que sobrevivieron al siniestro son españoles también.