Después de 14 horas de vuelo, el Papa Benedicto XVI ya está en México y, lo primero que ha dicho al llegar, es que rezará especialemnte “por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia”.
Y lo hará no sólo con Dios sino con la Virgen de Guadalupe.
De esta manera ha comenzado el Santo Pontífice su gira por Latinoamerica. A su llegada fue recibido por el presidente de México, Felipe Calderón, así como por distintas autoridades eclesiásticas.
Manifestó que llega a México “como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad” y mostró su deseo de confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida.
México es uno de los países con mayor número de católicos, de hecho allí viven unos 93 millones fieles.