Parece ser que el repliegue de las fuerzas del régimen sirio, que habría sido comunicada al ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, era solo un engaño del gobierno de Assad. Así debe interpretarse después de que acabe de saberse que las fuerzas de seguridad del régimen han matado este jueves a 27 personas, tres de ellas niños, en Homs, Idlid, Hama y en el barrio de Douma en Damasco, según han informado los Comités de Coordinación Local.
Catorce de las víctimas han perdido la vida en la provincia de Homs, mientras que en Idlib han fallecido siete personas, tres en Hama y otras tantas en el barrio de Douma de la capital siria. La red de activistas sirios, que realiza un seguimiento permanente de la represión del régimen en las diferentes ciudades del país, ha explicado que el miércoles fueron asesinados otros 61 civiles, dos de ellos menores de edad.
De ellos, 26 murieron en Homs, diez en Idlib, 16 en barrios de Damasco, cuatro en Deraa, tres en Hama y dos en la periferia de Alepo. Los Comités han advertido de que el balance del miércoles no incluye los muertos registrados en Taftanaz, en la región de Idlib, donde no han podido verificar los datos por el fuerte asedio al que está sometida la ciudad.