Un nuevo estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine analiza los factores que influyen en la actividad sexual entre las personas mayores en España. Los resultados, basados en la Encuesta Nacional de Salud y la Sexualidad, en el que participaron 1.939 personas mayores, heterosexuales,muestran que el 62,3% de los hombres y el 37,4% de los mayores de 65 años sexualmente activos. Las prácticas más comunes son los besos, las caricias y la penetración vaginal, frente a la masturbación y el sexo oral, que son los que menos se llevan a cabo.
Entre los factores que más limitan la actividad sexual entre los ancianos están el ser mayores de 75 años, no tener una pareja, tener un bajo nivel de educación, una mala percepción de su propia salud el sufrimiento de dos o más enfermedades crónicas y tomar dos o más tipos de medicamentos.
Los autores señalan, además, las diferencias de género entre las personas mayores de 65 años, con menos actividad sexual en mujeres que en hombres y también tiene en cuenta las diferencias de edad: como era de esperar, tienen más actividad los de edades comprendidas entre 65 y 74 años que los mayores de 75.
Los resultados apoyan estudios anteriores
Esta no es la primera vez que se ha medido la salud sexual de los ancianos, en 2006, un estudio mostró que el 60% de las personas mayores de 65 años mantenían relaciones sexuales en promedio cuatro veces al mes. En ese proyecto, que se llevó a cabo con más de 100 personas por los médicos de familia en Cataluña, la mayoría dijo que a pesar de sus relaciones sexuales habían cambiado como resultado de la edad, no eran “menos satisfactorias“.
Estos datos concuerdan con los obtenidos en un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en el New England Journal of Medicine en 2008, en los cuales el 73% de los estadounidenses entre 57 y 64 años de edad reconoce que sigue teniendo relaciones sexuales, aunque el número se reduce hasta el 53% entre los de 65 a 75 años y a un 26% entre quienes habían superado los 85.