O, lo que es lo mismo, cuatro campos de fútbol. Este el planteamiento que del Ministerio de Fomento ha hecho este viernes: reducir la superficie de 120.000 metros cuadrados a 80.000 y un recorte en la inversión de 76 millones de euros (12.500 millones de las desaparecidas pesetas), por lo que pasaría de 181 millones de euros a 105.
Ha sido el propio secretario de Estado de Infraestructuras quien, tras presidir en Vigo una nueva reunión del ‘grupo de trabajo’ de la Estación, en el que se sientan representantes de las administraciones, sindicatos, empresarios y otros colectivos sociales de la ciudad, ha comunicado públicamente los cambios. Rafael Catalá, ha concretado que se respetan los elementos básicos del proyecto inicial, “además de la calidad de los materiales”.
De los 80.000 metros cuadrados en los que se queda la terminal, 29.000 se dedicarán a superficie comercial, casi la mitad que los inicialmente previstos, aunque sobrevive la plaza de 18.000 metros que, como se había anunciado en su día, estará al nivel de Vía Norte, el parking de 1.340 plazas y, lo que es más importante, integrará una nueva estación de autobuses, que compartiría la entrada con la del tren, y que garantiza la intermodalidad.
Una vez decididos estos cambios, apoyados por todos los miembros del ‘grupo de trabajo’, Fomento contactará con Thom Mayne para comunicarle los mismos y, en cuatro semanas se dará el visto bueno al calendario para la convocatoria de un nuevo concurso constructivo y la licitación.
Las modificaciones han agradado hasta el propio alcalde, quien ha asegurado que todo va por buen camino y que “se mantienen los elementos centrales” del proyecto Mayne. Caballero ha señalado que el nuevo proyecto contempla mejorar en los accesos, empezando por el que llegará desde García Barbón, y ha recalcado que de los 105 millones que va a costar la nueva estación, ADIF aportaría 40, el 38%, mientras que los 65 restantes, el 62% serían pagados mediante financiación privada.