Así se refleja en una encuesta realizada por Metroscopia y publicada este domingo por El País. De acuerdo con la misma, el Partido Popular ha perdido tiene un 6% de apoyo menos del que logró en las Elecciones Generales del 20 de noviembre, pasando del 43,6 al 38,1%. A ello se añade que los ciudadanos han aumentado su pesimismo con respecto a la situación económica y se muestran contrarios a las medidas tomadas para salir de la crisis.
Los resultados del sondeo reflejan que el 56% de los encuestados opina que el ejecutivo de Rajoy no sabe qué hacer para mejorar la situación económica, una respuesta muy parecida a la que obtuvo el segundo gobierno de Zapatero en sus primeros 100 días aunque, al contrario que entonces, los ciudadanos perciben una falta clara de liderazgo.
Hace tres meses, el 51% tenía una impresión positiva del Gobierno, hoy el 64% asegura que su imagen es negativa y aducen como motivo el mismo que indicaban cuando el inquilino de La Moncloa era socialista: el Ejecutivo está improvisando sobre la marcha.
Pese a estos resultados, lo curioso es que el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ni rentabiliza el desgaste del Gobierno ni sale bien parado en la misma encuesta. El PSOE sigue su caída en picado y hoy obtendría un 6% menos de votos que en la Elecciones Generales. Y es que los españoles no han olvidado su paso por el Gobierno y siguen culpándole, en una medida muy alta, de la situación en la que estña el país. Esa hemorragia de votos que padecen los socialistas beneficia, directamente a Unión Progreso y Democracia (UPyD) y, muy especialmente, a Izquierda Unida, que se lleva la mayoría de las simpatías de los descontestos con el PSOE.