El Ejército sirio sigue sin respetar el alto el fuego pactado con la ONU y la Liga Árabe, y continúa bombardeando, por segundo día consecutivo, la ciudad de Homs, a la que está sometido un intenso fuego de mortero. Según han informado diferentes grupos de defensa de los Derechos Humanos, la zona más afectada ha sido el centro de la ciudad, en especial el barrio de Jalidiya, donde vive Walid al Fares, un activista opositor.
El director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, Rami Abdelrahman, ha señalado que cae sobre la ciudad al menos un obús por minuto. Abdelrahman ha informado, asimismo, de intensos combates durante toda la noche en la provincia de Alepo. “La gente informa de que ha habido explosiones y tiroteos después de que los rebeldes atacaran una comisaría y se enfrentaron después con la Policía”.
Según han asegurado diferentes agencias de comunicación, que tienen corresponsales desplazados en Siria, en las últimas 48 horas podrían haber muerto más de 30 personas, tanto en estas acciones de las tropas leales al dictador en Homs, como en Hama, hace apenas cuatro días.
