Nicolás Sarkozy puede ser el primer mandatario de Francia que podría no llegar a la segunda vuelta en unas elecciones presidenciales. Pese a que hace dos semanas sus expectativas de voto habían mejorado llegando a recortar buena parte de la ventaja que le llevaba el favorito para convertirse en el próximo inquilino del Eliseo, el socialista François Hollande, los sondeos, y no solo ellos, le han dado la espalda en los últimos días. A las malas expectativas, que se reflejan en una intención de voto en el que Hollande se haría, este domingo, con el 29% de las papeletas, por un 22% para el presidente, apenas 2 puntos más que la ultraderechista Marie Le-Pen, se unen las deserciones entre quienes se contaban como seguros votantes de ‘Sarko’.
Entre ellos, la exministra de Planificación Fadela Amara, figura del centro-izquiera a la que el presidente integró en su primer gobierno, en 2007; la también ex ministra de Medio Ambiente, y destacada militante ecologista, Corinne Lepage, el ex alto comisario para la Pobreza, Martin Hirsch, el ex ministro de Igualdad de Oportunidades, Azouz Begag, el ex ministro de Cultura, Jean-Jacques Aillagon y, lo que es la peor noticia para monsieur le president, su antecesor en el cargo e histórico derechista, Jacques Chirac, quien no ha ocultado, lo mismo que su hija, que votará por Hollande.
Ahí no se acaban las malas noticias para ‘Sarko’, que lejos de convencer al electorado de centro, tampoco parece que se haga con el voto de la derecha, que empieza a apostar por Le-Pen: una encuesta realizada por la empresa CSA, da 16 puntos de ventaja a Hollande en el caso de que llegase con Sarkozy a la segunda vuelta de las elecciones, el próximo 6 de mayo.
Lo más llamativo, según los analistas, es como se ha desplomado el presidente. Si hace apenas tres semanas, cuando inició su campaña de relección, Sarkozy había acabado con la ventaja del candidato socialista, llegando a liderar algún sondeo, que llegaba a darle como ganador en la primera vuelta de las Presidenciales, en apenas 10 días ‘Sarko’ ha caído en picado mientras Hollande parece haber dado con el mensaje que llega a los franceses, hasta el punto de que no sería descabellado que se hiciese con más del 30% de los votos el próximo día 15.