Parece que el Rey ha tomado nota de toda la polvareda que se ha montado alrededor del polémico viaje del monarca a Botsuana para cazar elefantes y, después de pedir ayer perdón a los españoles, ahora va más allá y la Casa Real informará, a partir de ahora, tanto de la agenda pública como de la privada del jefe del Estado.
Algunos medios de comunicación apuntan a que fue el propio Juan Carlos el que tuvo claro desde el pinricipio, que a la salida del hospital, iba a dirigirse a la sociedad española. También habría influido muy mucho el herededo de la Corona, el Príncipe Felipe.
Todo apunta a que la Casa Real quiere dar pasos firmes hacia una mayor transparencia, sobre todo, en lo que a la información se refiere. Según señalan desde La Sexta, se estaría estudiando la posibilidad de sacar adelante un nuevo estatuto en el que se replanteen los derechos y las obligaciones del monarca y del Príncipe.
Estamos ante una estrategia de comunicación inédita en nuestra Monarquía con la que sabremos, en todo momento, dónde están tanto el Rey como el Príncipe. Eso sí, algunas veces lo sabremos antes pero, otras, después, por motivos de seguridad.
