El primer ministro holandés, Mark Rutte, va a presentar la dimisión de su Gobierno a la reina Beatriz de los Países Bajos, una decisión que supondrá la convocatoria de elecciones anticipadas. El Gobierno no ha podido superar la crisis política que se desató este pasado fin de semana a causa del fracaso de las negociaciones con la oposición sobre las políticas de austeridad, después de siete semanas de intentos.
El objetivo de las conversaciones entre la coalición de Gobierno y su principal aliado, el Partido de la Libertad, de Geert Wilders, era aprobar un recorte de entre 14.000 y 16.000 millones de euros del presupuesto anual para reducir el déficit hasta el límite del 3% del PIB fijado por la Comisión Europea.
La falta de acuerdo se ha debido, según fuentes de los partidos de Gobierno y oposición, al rechazo del Partido Liberal a estas medidas por el importante impacto que tendrían en el poder adquisitivo de los holandeses.