El segundo asalto, el próximo 6 de mayo, será el definitivo y, por eso, tanto Françoise Hollande como Nicolás Sarkozy han decidido no perder ni un minuto y captar votos, cuantos más, mejor.
Y es que, tras los resultados de la primera vuelta de las Elecciones Presidenciales de Francia, nada está decidido. Hollande adelantó por pocos votos a Sarkozy y los electores más jugosos siguen siendo los de la ultraderechista Marine Le Pen que obtuvo una tercera posición, para sorpresa de muchos.
Si bien, los partidos de izquierda ya mostraron su apoyo en esa segunda vuelta al candidato socialista Hollande, este respaldo no sería suficiente para derrotar a Sarkozy y sustituirle en el Elíseo.
Por eso, mientras que Hollande quiere convencer a los desencantados de Le Pen, Sarkozy, en cambio, hace lo mismo con esos conservadores de extrema derecha con cuestiones como la inmigración.