La contrapartida por parte del régimen de Teheran sería un compromiso, garantizado y supervisable, de que no va a fabricar una bomba nuclear. Según informa el diario ‘Los Angeles Times’, altos responsables de la administración Obama han asegurado que Estados Unidos estaría a hacer esta concesión, facilitando que Irán disponga de hasta un 5% de uranio enriquecido, siempre que permita inspecciones externas por parte de técnicos internacionales, sin restricciones, tal y como ha demandado la ONU durante meses.
El régimen iraní comenzó a enriquecer uranio hasta el 20% de pureza en febrero de hace dos años, un nivel que certifica las pretensiones pacíficas de Teherán, aunque necesita alcanzar el 90 % de enriquecimiento para fabricar armas nucleares, un punto que su gobierno ha negado que vaya a hacer, reiterando que su programa nuclear se basa, exclusivamente, en usos civiles.
Las intenciones iraníes, no obstante, chocan con el escepticismo occidental, en especial sobre la posibilidad de que Teherán se niegue a detener el enriquecimiento de uranio, punto central de las diferencias entre los miembros del conocido como ‘Grupo 5+1’, formado por China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania, y las autoridades iraníes.
