RUTH VILLAR/ Esta noche Clara Fervenza y Jesús Fernández se irán a la cama un poco más tranquilos. Tanto para ellos como para sus hijas –de 16 y 20 años– la sombra del desahucio se ha alejado, al menos, por 3 meses. Y es que, a menos de 24 horas de cuando una comitiva judicial iba a hacer efectivo el desahucio de su casa en Mos, se obró el milagro.
Pese a saber que mañana, día 4, ya no tendrán que abandonar su hogar, este matrimonio quiso llevar a cabo, igualmente, la protesta que tenían prevista, una vez más, a las afueras del Banco Popular, entidad con la que tienen contraída una deuda de más de 155.00€ y al que le siguen pidiendo un alquiler social, acorde a sus posibilidades.
Ni Clara ni Jesús podían esconder sus caras de alegría, sentimiento compartido con los integrantes de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas de Vigo, Tui y Baixo Miño, colectivo desde el que aprovecharon para hacer un llamamiento a los ciudadanos que estén atravesando situaciones parecidas. Que acudan a ellos, que si se ha logrado parar este desahucio se puede hacer lo mismo con el resto.
A la concentración celebrada hoy en Vigo acudió también la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, quien se comprometió a incluir a Jesús como un caso “preferente” en los planes de empleo que desarrolla en la actualidad su Concello.
El compromiso de las instituciones implicadas en el desalojo de esta familia de Mos ha sido el de abrir un nuevo plazo de hasta 3 meses. Una vez pasado ese tiempo, volverá a ponerse encima de la mesa la posibilidad del desahucio. Desde esta redacción esperamos que todo se solucione antes y que Clara y Jesús puedan borrar de su vida esta amenaza.