Así lo ha anunciado la entidad en un comunicado de prensa en el que asegura que tiene “el compromiso de representantes de la plataforma de afectados por las preferentes de respetar el normal funcionamiento de las oficinas, para garantizar el servicio a los clientes y el respeto a los empleados”.
Novagalicia indica que el alcalde de Moaña y los principales agentes sociales han auspiciado e intermediado en el proceso, en el interés de que las oficinas pudiesen reabrir cuanto antes, “una vez alcanzados compromisos necesarios con las Fuerzas de Orden Público”. El banco ha solicitado la convocatoria de la Junta Local de Seguridad para abordar el asunto y establecer las pautas que garanticen la seguridad de clientes y empleados.
Eso sí, el banco advierte de que se verá obligado a “cerrar oficinas en cualquier población en la que no se respete el normal funcionamiento de la actividad, el libre acceso de clientes o el trabajo de sus empleados sin intimidaciones”.
Los responsables de la entidad reconocen el derecho de los afectados a expresarse y manifestarse dentro de los cauces constitucionales y comprenden “perfectamente el malestar y la incertidumbre de los clientes en posesión de participaciones preferentes”, al tiempo que se comprometen con ellos a “mantener abiertas todas las vías de diálogo e información sobre las gestiones que el banco realiza para lograr una solución al problema”.