Este espeluznante crimen ha ocurrido en Maryland (EEUU). Un joven de 21 años no sólo mató a su compañero de piso, sino que, además, se comió su corazón y su cerebro.
Fue la propia familia del presunto asesino la que alertó a la policía, después de hallar en el piso una cabeza humana y dos manos seccionadas dentro de unas cajas de metal.
La policía ya lo ha detenido y ahora se enfrenta a un delito de asesinato en primer grado. El joven ya confesó que tras matar a su compañero de piso ingirió algunos de sus órganos como el corazón y parte del cerebro.
El fallecido era un varón de 37 años que llevaba desaparecido una semana.