El colectivo de la Tercera Edad sigue siendo uno de los más afectados por esta terrible crisis económica que atraviesa nuestro país.
Una de cada diez personas mayores se ha visto obligada a abandonar la residencia donde vivía en los últimos meses porque no podía afrontar su coste.
En muchos casos los hijos deciden llevárselos a casa para poder cobrar su pensión y poder llegar a fin de mes.
Según datos facilitados por la la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), en lo que va de año hay un 10% más de plazas desocupadas y vaticina que si sigue esta tendencia se perderán más de 25.000 puestos de trabajo. Durante 2011, ya se hicieron efectivos unos 8.000 despidos en el sector.