Europa y medio mundo mira a Grecia. Después del fracaso de las elecciones presidenciales del 6 de mayo en las que ninguna formación logró sacar adelante un Gobierno de coalición, ahora se da casi por seguro la victoria del grupo de izquierdas Syriza, con Alexis Tsipras a la cabeza, y que supone una esperanza para un pueblo hundido económicamente, después de los fracasos a los que llevaron al país heleno tanto los conservadores de Nueva Democracia como los socialistas del PASOK.
Mañana, domingo, están llamados a votar 10 millones de griegos y prácticamente todas las encuestas prevén un nuevo castigo a esos dos tradicionales partidos. Tampoco se espera un repunte del grupo neonazi Amanecer Dorado, pese a la campanada que dio en los últimos comicios logrando cerca del 7% de los votos.
En cuanto a Syriza, Tsipras despejó ya cualquier duda: no defiende que Grecia salga de la eurozona, pero sí se ha comprometido a renegociar el segundo rescate por parte de la ‘troika’.
Syriza -la gran favorita en la consulta a pie de urna de mañana- es una formación surgida en 2004 en el que confluyen distintos partidos de izquierdas con tendencias maoístas, trotskistas y ecologistas, entre otros.