Cuando hace 21 años le otorgaron el Premio Nobel de la Paz, la líder opositora Aung San Suu Kyi, de 66 años, se encontraba en arresto domiciliario, pero hoy, por fin, ha recibido en Oslo tan prestigioso galardón.
Durante el acto de entrega, San Suu Kyi afirmó que el Premio Nobel “atrajo la atención del mundo a la lucha por la democracia y los derechos humanos en Birmania”.
La líder opositora fue elegida diputada del Parlamento birmano tras las primeras elecciones democráticas en su país que padeció una dictadura durante cinco décadas.