La derecha tradicional, Nueva Democracia, ha ganado hoy las elecciones griegas y, aunque no ha logrado la mayoría absoluta, todo apunta a que tendrá que pactar con los socialistas del PASOK, su ‘aliado‘ natural a la hora de defender el segundo rescate de la UE al país heleno.
Parece que esa posible coalición entre conservadores y socialistas es más que probable y, además, cuenta ya con el visto bueno de la eurozona, desde donde parece que ya respiran aliviados.
Con más de la mitad del escrutinio realizado, el partido más votado es el del derechista Antonis Samaras que se habría hecho con más del 30% de los votos, mientras que el que se suponía gran favorito en estas elecciones, el partido de izquierdas Syriza, se hizo con más del 26%.
Por su parte, el PASOK ha vuelto a bajar en votos cercanos al 13% y los neonazis de Amanecer Dorado seguirían con bastante respaldo de los griegos, rozando el 7% de los votos.
Syripas es la segunda fuerza más votada en Grecia, algo que no ha pasado por el alto el líder del PASOK, Evangelos Venizelos, que ya ha dicho que en ese Gobierno de coalición con Nueva Democracia debería estar también dicho partido con Alexis Tsripas a la cabeza.
Durante las primeras declaraciones de Samaras tras las elecciones griegas, Samaras afirmó que “acababa de ganar el euro” con los resultados de estas elecciones griegas, las más trascendentales de los últimos tiempos no sólo para el país heleno, también para la supervivencia de la UE.
Samaras ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas europeístas para hacer un frente común apoyando al que será un Gobierno de “salvación”. De dicho llamamiento se ha desvinculado ya Tsripras que ha descartado formar parte del mismo y se ha comprometido a ejercer una oposición firme.