Apenas 24 horas es lo que ha tardado el Senado de Paraguay en destituir al presidente de la república, después de que la Cámara de Diputados aprobase examinar la responsabilidad de Fernando Lugo en los disturbios ocurridos la semana pasada en la localidad de Curuguaty, al sureste del país, donde 17 personas murieron en enfrentamientos entre campesinos y policías.
Finalmente, en el Senado ha decidido por 39 votos frente a 4 deponer a Lugo quien ha sido sucedido por su vicepresidente, el cardiólogo Federico Franco.
La Constitución de Paraguay contempla en su artículo 225 que el presidente de la República puede ser sometido a un juicio político “por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes“. La acusación debe ser presentada por la Cámara de Diputados con el apoyo de dos tercios de los legisladores.
Miles de personas se congregaron frente al Senado en apoyo de Lugo y, tras la votación, se han producido incidentes violentos y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, según informan los medios de comunicación locales.Al menos diez personas han resultado heridas al ser alcanzadas por los botes de gas lacrimógeno lanzados por las fuerzas de seguridad paraguayas. El personal sanitario ha negado que haya heridos graves y ha sostenido que todos han sido trasladados de inmediato a centros hospitalarios.
Por su parte el depuesto presidente, en una comparecencia ante la prensa ha calificado su destitución de “golpe cobarde y alevoso iniciado por una derecha peligrosa”, en referencia al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que ascenderá al poder de la mano del hasta ahora vicepresidente. “Esta noche salgo por la puerta más grande de la patria: por la puerta del corazón de mis compatriotas”, ha añadido Lugo, quien ha añadido, “no es Fernando Lugo el que es destituido, es la historia paraguaya, la democracia la que ha sido herida profundamente y transgredida”, ha remachado.
“Tras casi cuatro años ejerciendo la Presidencia hoy me despido como presidente de la República, pero no me despido como ciudadano paraguayo y he de servir a esta nación allí donde me necesiten como lo había jurado; Fernando no responde a clases políticas, no responde a la mafia ni al narcotráfico, y este ciudadano respondió y seguirá respondiendo al llamado de los compatriotas”, ha remarcado.