Y, además, el resto de los ciudadanos pagaremos más por ellas. ¿Cómo es este proceso exactamente? Los pensionistas, que hasta ahora no pagaban un céntimo por las medicinas, tendrán que abonar un 10% de su precio, a excepción de aquellos que tengan una pensión no contributiva ( 357, 70 € al mes) que no tendrán que pagar. En los primeros casos, los jubilados con rentas medias y bajas (entre 541,5 € y 756 € al mes) tendrán que abonar las recetas con un límite de entre 10 y 20 € al mes, en el caso de que superasen esa cantidad durante más de tres meses seguidos podrán solicitar al Estado que les reembolse la diferencia; pero, ojo, en principio tendrás que pagar en la farmacia y, después, pedir que se les reintegre lo que han pagado de más.
Si eres un trabajador en activo y tu nómina es de más de 22.000 € anuales (1.571 € brutos al mes), desde el día 1 pagarás la mitad del precio de cada medicamento. Si tu sueldo es inferior a esa cantidad, te cobrarán el 40% de lo que valga la medicina. Si superas los 100.000 € al año, te haces cargo del 60% de su coste, eso sí, en ningún caso se tendrá en cuenta el patrimonio, sólo la renta.
Quien esté en el paro y no tenga ingresos, no tendrá que pagar absolutamente nada, pero, asegúrate de que tu tarjeta sanitaria esté en vigor, como recordarás, la Xunta ‘desactivó’ miles de ellas entre quienes llevaban más de un año anotados en las oficinas de Empleo.
Para poner en marcha esta medida, la banda magnética de tu tarjeta sanitaria ha sido actualizada incluyendo tus ingresos y, al pasarla por el lector que hay en la farmacia te dirán qué cantidad tienes que pagar.
¿Qué pasaba hasta ahora? En realidad, los trabajadores en activo ya se hacían cargo de parte del coste de las medicinas, exactamente abonaban el 40% de las recetas y Sanidade, asumía el 60% restante; los pensionistas y los familiares a su cargo no tenían que pagar nada, eso es lo que ha cambiado.