Así lo ha anunciado su primer ministro. Durante las últimas semanas los medios de comunicación lusos habían especulado con que Passos Coelho se viese obligado a adoptarlas a la vista de la caída de los ingresos fiscales, una circunstancia que pone en peligro el objetivo de déficit, uno de los requisitos que el país luso se comprometió a cumplir tras el rescate.
Eso sí, lo que no ha descartado el líder conservador es que, si esta tendencia, que el cree que no se mantendrá todo el año, persiste, “sí se precisarían nuevos recortes“, aunque no ha señalado en qué consistirían ni en qué partidas se aplicaría.
“Es demasiado pronto para hablar nuevas medidas de austeridad”, ha sostenido el mandatario, aunque los datos parece que no le son propicios a la vista de un incremento del déficit del 35% en el último año, “evaluaremos qué pasa con los ingresos y cómo afectará al déficit”, ha sostenido, sin dejar de recordar que, a 31 de diciembre, este tiene que estar en el 4,5%.
“Sabemos que vamos por buen camino. Sabemos que la única manera de demostrar nuestro nivel de compromiso con los objetivos que se plantean es la consolidación presupuestaria, en especial, por el lado del control del gasto público”, ha repetido Passos Coelho, quien ha recordado que la caída de los ingresos fiscales se debe a la disminución de la actividad económica.