Su voz se apagó hace 20 años, pero sigue siendo leyenda y su legado nos acompañará siempre. Seguro que si te decimos que hablamos de José Monge Cruz puede que no te suene mucho, pero si traemos su nombre artístico: Camarón de la Isla, ya no hay dudas.
Murió demasiado joven, a los 41 años, pero hizo tanto por el flamenco antes de irse que este escaparate se nos queda pequeño para hacerle el merecido homenaje. Camarón fue un auténtico visionario del arte flamenco, pero no sólo se quedó ahí, sino que se adelantó a lo que muchos, años después, decidieron llamarle fusión.
Nadie duda que Camarón fue el artista más ensalzado en vida de la historia del flamenco, pero tampoco que 20 años después de que un cáncer de pulmón se lo llevara sigue siendo reconocido mundialmente.
Gracias a él, ese flamenco de raíces centenarias alcanzó aceptación en algunos ámbitos que, hasta su arrolladora irrupción en el mundo del cante, le habían estado vedados. Era y es todo un símbolo y un mito para la gitanería, que le veneró como quizá a ningún otro cantaor.
El artista andaluz revolucionó el universo sonoro del flamenco y consiguió convertirse, junto a Paco de Lucía en la figura flamenca más conocida en la faz de la tierra.
Entre sus grandes éxitos Canastera (1972), La leyenda del tiempo (1979), Te lo dice Camarón (1986), Soy gitano (1989) o Potro de rabia y miel (1992). Fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y también con la de Andalucía, así como fue nombrado Hijo Predilecto de San Fernando de Cádiz, localidad que le vio nacer.