El resultado se sabía antes del comienzo de la asamblea que celebraron los socialistas vigueses este viernes en Vigo. Al término de la votación el actual secretario del PSdG en la ciudad Manel Gallego revalidó su cargo imponiéndose al líder del sector crítico, Gonzalo Caballero. La candidatura de Gallego, que logró el 77% de los votos, frente al 23% de su rival, está encabezada por Abel Caballero, que sigue como presidente del partido local, e incluye a la teniente de alcalde, Carmela Silva, quien continúa como vicesecretaria general. El concejal Ángel Rivas repite como secretario de Organización de la ejecutiva local, de la cual también forman parte los ediles Isaura Abelairas, Raquel Díaz, Manel Fernández y Santos Héctor Rodríguez Díaz, y los diputados autonómicos Abel Losada y María José Caride.
En la asamblea de este jueves se designaron los 40 delegados para el comité provincial, 30 de ellos de la candidatura oficial y 10 del sector crítico, y 21 delegados para el comité nacional, 16 de la lista mayoritaria y 5 de los críticos.
Gallego, que contaba con el poyo del alcalde, optaba por tercera vez a la reelección, última a la que puede presentarse, de acuerdo con los estatutos del partido. Su rival, sobrino de Abel Caballero, que también fue su rival en 2008, denunció una “evidente falta de democracia en este proceso”. Como declaró a los periodistas, la mesa de la asamblea permitió la entrada en la sala de decenas de personas una vez se había llamado a ratificar la gestión de la ejecutiva saliente, y se le impidió “presentar varias cuestiones de orden”, hecho que “pondré en conocimiento de los órganos del partido”.
En esta ocasión, el encono entre el sector crítico, representado por Gonzalo Caballero, y al que se han sumado el ex alcalde Carlos Príncipe, que no pudo votar al estar suspendido de militancia, y el ex gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada, era mayor después de que la comisión permanente del PSdeG anunciase que habñia abierto un expediente a Carmela Silva, primera teniente de alcalde de Vigo, por incumplir la norma ´un militante, un cargo´, puesto que compatibiliza este puesto en el consistorio vigués con su cargo de diputada por la provincia en el Congreso.