No ha funcionado. El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria ha admitido el fracaso del plan de paz de seis puntos con el que medió entre el asesino Assad y la oposición para lograr una solución pacífica al conflicto armado que ya ha causado más de 14.000 muertos en el país.
En una entrevista concedida al diario francés ‘Le Monde’, Kofi Annan ha reconocido que las pruebas obtenidas por los observadores sobre el terreno ha dejado claro que no se ha logrado acabar con las muertes y que los enfrentamientos no han cesado. “Hemos realizado esfuerzos significativos para resolver esta situación a través de cauces políticos y pacíficos, obviamente, no hemos tenido éxito y no hay garantía alguna de que vayamos a tenerlo”, ha lamentado.
¿Quiénes son los culpables de ello? El ex secretario general de Naciones Unidas ha señalado a China y Rusia, ambas con derecho a veto en la ONU que, ha subrayado, e han negado a elevar la contundencia de las condenas y de las resoluciones emitidas desde el Consejo de Seguridad. Annan ha señalado, también, a Irán, país del que ha dicho que, como otros de la región, están enviando armas y dinero, haciendo que se haga imposible detener el conflicto.
En realidad, tanto el régimen del genocida Assad como los rebeldes no han dejado de matar, ni antes, ni durante, ni después de la tregua que establecía el plan de paz, por lo cual la única solución, a juicio de Annan, pasa porque Estados Unidos, China y Rusia intenten llegar a un acuerdo dentro del Consejo de Seguridad de la ONU para acabar con la guerra civil que está costando la vida a miles de civiles sirios. Y, para eso, debe retirarse de la artillería pesada de los núcleos de población y el inicio de una transición política, como establecía el plan de paz, incumplido en el primer punto por el criminal que gobierna Siria y, en el segundo caso, aunque se han producido avances, estos son muy tímidos y serán insuficientes si no hay acuerdos en el ámbito internacional.