Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa que fue acusado de filtrar documentos secretos del Vaticano que revelan una supuesta trama de corrupción, ha sido puesto en libertad condicional y pasará a estar bajo arresto domiciliario. Según informa la Santa Sede, “el juez Bonnet, instructor del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano considera, después del interrogatorio de hoy, que no hay necesidad de que permanezca bajo arresto el imputado, por lo que ha concedido al señor Gabriele el beneficio de la libertad provisional y ha dispuesto su arresto domiciliario después de que se dispongan de las garantías adecuadas”.
Curiosamente, Gabriele volverá a vivir en las habitaciones que ocupaba con su familia en el Vaticano, tal y como lo ha dispuesto el juez quien ha limitado sus contactos con otras personas fuera del entorno familiar.
El abogado del ex mayordomo de Benedicto XVI, Carlo Fusco, ha declarado este sábado que su defendido “actuó solo y que no formaba parte de ninguna conspiración”, al tiempo que ha aclarado que Gabriele será imputado los próximos días de un delito de robo con agravantes y que “el juicio, si lo hay, sería a finales de otoño”.
